Se acabó el año y me di cuenta de todo lo que no terminé. La buena noticia es que tengo otro año, completito y nuevecito para seguirlo postergando.
Fue sumamente divertido, de los más divertidos que he tenido y en los que he aprendido mucho a nivel profesional y personal. Un año más a mi archivo, el cual dentro de, no sé, 15 años estaré comentando con mis amigos ese tipo de cosas que los llega a hartar, como «si, fue el año donde estaba de moda «Blurred lines», «Locked out of heaven» y «Get Lucky».
2013, el año donde:
-Me quedé sin dinero en una ciudad extraña.
-Me encontré tirado un celular de última generación entre un tumulto de borrachos y botellas vacías.
-Aprendí a bailar el hula-hoop.
-Salí de viaje y olvidé la cartera en mi cama (o sea, me volví a quedar sin dinero en otra ciudad).
-Presenté mi último proyecto escolar.
-Terminé la universidad.
-Fui a 4 congresos de diseño y publicidad.
-Debido a lo anterior, conocí a varios de mis ídolos creativos (es lo más pelotero que he dicho en mucho tiempo).
-Entré a diversos talleres y cursos.
-Me titulé.
-Fui al concierto de Foo Fighters y estuvo excelso (tenía que mencionarlo, luego de esto, estoy obligada a madurar. Ya perpetué mi adolescencia, ya no tengo pretextos).
-Conocí personas y retomé el contacto con otras (eso hay que hacerlo todos los años, más seguido).
-Y sobreviví otro año 🙂
En fin, mañana, el 1 de enero, nos pesará como lunes en miércoles. Esperar 365 días para volver a «empezar». Pero mañana escribo sobre eso.
¡Todo lo que se puede hacer en un año! Sobre todo, quedarte sin dinero en una ciudad diferente a la tuya RULES. Buen blog, Almilla.
Graciashhh :3