Como siempre me pasa, cada vez que dejo de escribir por una temporada muy larga, hallo una excusa perfecta para justificar mi falta de disciplina. A veces culpo al trabajo, a las responsabilidades del cuasi adulto o a los altibajos emocionales de los que siempre soy víctima, pero lo cierto es que más que otra… Sigue leyendo Cápsulas de acrílico